Museo de parásitos de Tokyo

19:45

Todos tenemos en mente los típicos museos de toda la vida: de ciencias y tecnologías, de arte, interactivos... Pero estamos seguros que éste no os va a dejar indiferentes: el Museo Parasitológico de Meguro, un museo entero dedicado a este tipo de seres que tanto repelús nos suelen dar. ¿Interesante, no?

Según sus datos oficiales, estas instalaciones cuentan con unos 60.000 especímenes (¡cifra nada ridícula!), de los cuales se pueden ver en exposición unos 300. La mayoría están conservados en los típicos frascos de formol, y es gracioso ver cómo algunos se exponen con sus huéspedes, ni siquiera sacados de ellos. Es una visión un tanto... extraña, pero la curiosidad morbosa es lo que nos mueve a los humanos muchas veces. ¡Y de aquí salen científicos que ni siquiera antes sabían qué les entusiasmaba!



En la primera planta encontramos esta diversidad enorme de parásitos para que podamos ver un poquito en qué mundo nos encontramos. Os citaremos algunos para que comprendáis a qué podéis enfrentaros: anisakis, nematodos, duelas del hígado, cestodos, equinococos... Os podéis hacer una idea. Pero no temáis, también podréis encontrar algunos menos comunes e igualmente curiosos como los de la malaria, tripanosomas, entamoebas, filiarasis limfáticas... Cada cual más encantador que el anterior. El paraíso de los biólogos especializados.



Todo este trabajo fue obra del doctor Kamegai, quien decidió recorrer Japón recolectando los parásitos que encontraba (ya que en la época en la que se fundó, en los 50, las condiciones higiénicas no eran las mejores) para acumularlos después en este museo, y más adelante dedicarlo a la investigación científica alrededor de ellos. Al pobre doctor se le acabó yendo de las manos, ya que recogía incluso heces y animales muertos en sus paseos para conseguir nuestras muestras para su colección. ¡Miraba hasta su propia comida (con éxito)!



Una vez se ha terminado de visitar la primera planta nos queda por delante la segunda planta: todos los parásitos que un humano podría tener, incluso los que pasan de animales a personas. En esta sección destaca una tenia de 8,8m que alguien consiguió después de comer sushi de trucha. También podemos educarnos con las ilustraciones que explican los ciclos de vida de muchos de estos bichitos y cómo se puede contagiar un humano de ellos.

La famosa tenia


Para terminar la visita podemos pasar por la tienda de regalos donde podremos hacernos con una camiseta, algún llavero o postal... Todo lo recaudado va directamente al Museo y sus investigaciones.

¿Un dato curioso? Su público principal son mujeres solteras y parejas jóvenes que vienen en sus citas.

Este museo es gratuito para todo aquel que quiera ir a verlo. Aunque probablemente muchos no quieran ni acercarse. ¡Una visita inusual en Tokyo!

P.D. Para aquellos fuertes de corazón (y estómago) interesados en parasitología os recomendamos ver las fotos de este museo, o acercaros directamente si os es posible.

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